Un año más, el segundo consecutivo, no habrá fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario.
Los festejos, previstos para primeros de octubre, han sido definitivamente suspendidos de común acuerdo entre el Ayuntamiento de la localidad y la comisión de peñas de la localidad.
Según indica una nota del consistorio, la incidencia acumulada de contagios por COVID-19 es muy elevada en Boadilla, lo que exige minimizar los riesgos de transmisión del virus. Señalan que muchas de las actividades se realizan en el interior de la carpa y reúnen a un elevado número de personas, especialmente los conciertos.
Asimismo, apuntan a que en las fechas que se celebran las Fiestas, inicio del otoño, las temperaturas son más bajas, por lo que muchos de los asistentes permanecen mucho tiempo en el interior del recinto cerrado. En el exterior se trata de evitar también las concentraciones de jóvenes con consumo de alcohol.
Actividades sustitutorias al aire libre
Aun así, el Ayuntamiento tiene previsto realizar en torno a la festividad algunas actividades al aire libre y las atracciones en el Recinto Ferial sí estarán abiertas. También se celebrarán los actos religiosos en honor a la Virgen.
El alcalde, Javier Úbeda, ha agradecido a las peñas y a los vecinos su comprensión y apoyo ante la anulación, por segundo año consecutivo, de los festejos. «De nuevo la prioridad tiene que ser respetar escrupulosamente las medidas sanitarias decretadas en cada momento por las autoridades y proteger al máximo la salud de todos», ha señalado.