La necesidad de impulsar la eficiencia energética en la Administración Pública se hace patente en la Comunidad de Madrid. Según el reciente informe de la Cámara Regional de Cuentas, mientras muchos ayuntamientos aprueban sus medidas «por los pelos», Boadilla del Monte destaca al ser el único municipio con un plan integral de ahorro energético en los edificios municipales y uno para el alumbrado público –junto a Las Rozas en este último rubro–, evidenciando una clara apuesta por la sostenibilidad y la autogestión energética.

Un panorama desigual en eficiencia energética

El estudio, que recopiló información de 35 municipios de más de 20.000 habitantes, revela que ciudades como Arroyomolinos, Collado Villalba, Navalcarnero, Paracuellos del Jarama, San Fernando de Henares, Valdemoro y Villaviciosa de Odón carecen de medidas generales y sectoriales para el ahorro energético, a pesar de formar parte del Pacto de Alcaldes desde 2008. De los 16 municipios adheridos, seis están en suspenso por incumplir sus compromisos, y únicamente cinco –Boadilla, Fuenlabrada, Getafe, Madrid capital y Pinto– contaban con un PACES aprobado.

Además, el informe destaca que el 60% de los ayuntamientos no dispone de un documento de planificación general ni de un Plan General de Agenda Local Urbana, dejando de lado estrategias clave para alcanzar los objetivos 2030. En el ámbito sectorial, aunque algunas administraciones han implementado medidas en movilidad, transporte, edificios públicos y alumbrado, en muchas ocasiones estas actuaciones se realizan sin un plan global que garantice su continuidad y efectividad.

Boadilla del Monte: un referente en sostenibilidad

Boadilla del Monte marca la diferencia al ejecutar un ambicioso programa de eficiencia energética. Durante los últimos años, el municipio ha renovado completamente su alumbrado público con tecnología LED, instalado placas fotovoltaicas en edificios municipales y adoptado la telegestión de sus cuadros de mando. Además, se han revisado potencias y ajustado tarifas en puntos estratégicos para optimizar el consumo energético.

El alcalde Javier Úbeda resalta con orgullo estos avances, subrayando que la experiencia de Boadilla es fruto de una gestión comprometida con la independencia energética, especialmente tras el desproporcionado incremento de costes derivado de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. «Nuestra prioridad es no depender de factores externos y garantizar la eficiencia en el gasto municipal», afirmó Úbeda, quien también destaca que el 31% del área urbana de Boadilla se beneficia de zonas verdes y que la ciudad está rodeada por 800 hectáreas de monte.

Para 2025, el municipio tiene previsto que todos los edificios municipales y colegios públicos dispongan de placas solares, y que el alumbrado se transforme por completo a tecnología LED, eliminando por fin el uso de lámparas de vapor de sodio. Con estas medidas, Boadilla se posiciona entre las primeras ciudades de España en disfrutar de una gestión energética moderna y sostenible.

Incentivos y desafíos en el ámbito local

El informe también señala que, pese a la existencia de beneficios fiscales en algunos municipios –principalmente en el IBI y el IVTM para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos y la instalación de energías renovables–, el 66% de los ayuntamientos no han implementado ningún tipo de incentivo fiscal ni han aprobado ordenanzas que impulsen la lucha contra el cambio climático. En contraste, Boadilla destaca no solo por sus medidas técnicas, sino también por una gestión fiscal eficiente que ha contribuido a que la carga impositiva de sus ciudadanos sea de las más bajas de España.

El reto de avanzar hacia una administración pública más sostenible

La situación que atraviesa la Comunidad de Madrid pone de manifiesto la urgencia de contar con planes integrales que aseguren la eficiencia y el ahorro energético en el sector público. Mientras Boadilla del Monte se consolida como un referente en materia de sostenibilidad, el resto de los municipios deberán acelerar la implantación de estrategias globales y coordinadas para no quedarse atrás en la transición hacia una administración más responsable y respetuosa con el medio ambiente.