Se acerca el invierno y el Ayuntamiento de Boadilla del Monte se pone manos a la obra para estar prevenido ante cualquier adversidad meteorológica. Así, desde este martes está activo el Plan de Emergencias ante Inclemencias Invernales en el que se recogen las actuaciones previstas ante cualquier eventualidad de este tipo.
El objetivo de garantizar aspectos como la vialidad de la red de carreteras y calles urbanas e interurbanas, los servicios esenciales, la atención a los ocupantes de los vehículos atrapados, la coordinación para evacuaciones de zonas que estén o pudieran quedar aisladas por la nieve y la atención de los ciudadanos afectados y el fomento de la autoprotección ciudadana.
El Plan recoge los procedimientos de intervención y los medios disponibles, materiales y humanos. Serán las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología las que determinen el nivel en el que se activa.
El dispositivo consta de 160 efectivos entre Policía Local, Protección Civil, Emergencias y servicio municipales de limpieza, jardines y mantenimiento. A todos ellos se suman los agentes de la Guardia Civil.
La flota de vehículos la componen un camión Renault midium 270 4×4 con pala quitanieves y esparcidor de sal, dos Toyota pickup dotadas con pala quitanieves y esparcidor de sal, un camión Cabbstar con pluma, un Land Rover Defender con pala quitanieves y esparcidor de sal, una maquina retroexcavadora con pala mixta, una mini retroexcavadora con pala quitanieve, tres equipos para eliminación de nieve con rodillo
barredor de accionamiento mecánico; cinco esparcidoras de sal y 20 arcones de sal para instalar en edificios interés municipal, urbanizaciones y colegios.
La cantidad de sal disponible asciende a 60 toneladas; si fuera necesario se dispondría de cinco camiones de 3.500 kilos para su distribución con dos operarios por vehículo.
En el Plan de Emergencias se aportan también recomendaciones de Protección Civil frente a situaciones climatológicas adversas entre las que destacan: tener alimentos y medicamentos de reserva, no salir a la calle ni conducir salvo que sea imprescindible y, en su caso, hacerlo extremando las precauciones, utilizar ropa adecuada, tener el depósito de gasolina lleno y llevar cadenas en el vehículo. En las casas, limpiar los
accesos a garajes, proteger las llaves de paso del agua, revisar tejados y bajantes, así como cierres de las ventanas, economizar calefacción y evitar riesgos con estufas de gas, eléctricas o de carbón.