Luis de Mena forma parte de una de las iniciativas más ambiciosas y singulares del presente religioso y cultural en la Comunidad de Madrid: la construcción del monumento al Sagrado Corazón de Jesús en Boadilla del Monte. Concebido como un símbolo de acogida y devoción popular, el proyecto aspira a convertirse no solo en el busto del Sagrado Corazón más grande del mundo, sino también en un espacio de meditación sensorial e inmersiva. Esta propuesta está liderada por la Asociación Civil de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla.
En esta entrevista, De Mena detalla los orígenes de la idea, la dimensión espiritual y artística del monumento, el papel clave del escultor Javier Viver y la apuesta por una financiación ciudadana íntegra. Una obra monumental que trasciende su escala para proyectarse como punto de encuentro, de peregrinación y de acción solidaria.
¿Cómo y cuándo surgió la idea de levantar un monumento al Sagrado Corazón de Jesús en Boadilla del Monte?
Allá por 2019 un grupo de personas devotas del Sagrado Corazón tuvieron la idea de desarrollar una iniciativa que ayudara a fomentar la devoción. Empezaron a recoger firmas y cuando se consiguieron las suficientes se presentó al Ayuntamiento de Boadilla del Monte, para ver si podía ayudar con la propuesta. Lo presentaron y con una amplia mayoría y sin ningún grupo parlamentario en contra se aprobó el uso de un terreno para hacer el monumento. Ese fue el punto de partida para ponernos en marcha.
«Queremos que el monumento al Sagrado Corazón sea un símbolo de acogida para todos, creyentes o no»
¿Qué representa este monumento más allá de su valor religioso? ¿Qué mensaje quiere transmitir a creyentes y no creyentes?
Es sobre todo un mensaje de acogida, como creo que es la Iglesia Católica, absolutamente como bien decías a todos. Sin ningún tipo de distinción, nosotros entendemos que tiene que ser para todo el mundo y lo que pretendemos es que se agrande la devoción al Corazón de Jesús. El Corazón habla siempre también de una reparación, queremos que el proyecto no sea sólo un monumento, sino que nos ayude a realizar obras de misericordia dentro de la Diócesis, que ayuden a todo aquel que lo necesite.
Se dice que será el Sagrado Corazón más grande del mundo. ¿Qué características técnicas y artísticas lo hacen tan singular?
Lo que lo hace singular, y a mí me gusta destacar más que el tamaño, en la parte puramente técnica y artística es que hemos usado muchísima tecnología para reproducir la escultura. El rostro, tal y como se puede con la tecnología actual, lo hemos sacado de la Sábana Santa de Turín. Tanto el rostro como el torso van a ser una reproducción, y creo que es la primera, lo más fieles posible a la Sábana Santa.
En el terreno que nos han cedido, inicialmente sale un busto de 37 metros de altura y unos 60 metros de envergadura, que en ese caso, y si nos ceñimos a las medidas sí es un poquito más grande que el más grande del mundo. Pero no queremos entrar en competición, no queremos hacer un monumento por ser el más grande. Y si finalmente no se pudiera y saliera un poco más pequeño no pasaría absolutamente nada. Seguiría siendo un monumento que ayudaría a fomentar esa devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Para dar gloria, ayudar a los demás y todo lo demás viene por añadidura.
«No buscamos construir el más grande, sino el que más ayude a transformar corazones»
¿Cómo ha sido la colaboración con el escultor Javier Viver y qué papel ha jugado la Síndone de Turín en el diseño del rostro de Jesús?
Ha sido una maravilla porque tenemos la suerte de tener a Javier con nosotros e hizo todo lo que es el diseño y la parte artística. Además todo ese trabajo lo dona. No va a cobrar absolutamente nada por ello. Es un escultor que tiene ya la fama muy bien ganada. Nuestra Señora de Hakuna es una auténtica maravilla y la idea del Sagrado Corazón, con diferentes imputs que han ido mejorando la obra, muestran a un Cristo Resucitado a un Cristo Redentor.
El diseño se ha conseguido y ahora nos toca el resto. Ahora mismo hay que presentar el ante-proyecto, que nos siga dando viabilidad el ayuntamiento, tendremos que presentar un proyecto técnico, que es una acción relativamente compleja… Tenemos que conseguir hacerlo realidad. Hemos dado los primeros pasos, estamos poniendo los pilares y pretendemos tener una transparencia absoluta con todo el mundo. Esperamos que salga algo parecido a lo que tenemos en la cabeza, pero como te decía, según vayamos avanzando habrá cosas que tengamos que modificar un poquito. Pero Javier, en la parte artística y técnica nos está ayudando muchísimo. Estamos aprendiendo mucho y es una maravilla trabajar con un artista de su cultura y conocimientos técnicos.
«El corazón del monumento será un espacio inmersivo de luz, música y recogimiento interior»
El monumento tendrá una dimensión sensorial e inmersiva. ¿Qué se vivirá dentro del gran corazón sagrario?
Dándole muchas vueltas a lo que queríamos que fuera, estamos ahora mismo en un momento en el que los sentidos tienen mucha importancia, y a tener de los avances tecnológicos que nos permiten hacer diferentes cosas, hemos ido metiendo muchas ideas en la coctelera. Al final, el monumento va a tener un espacio de visita interno que ayude y facilite el recogimiento interior de cada uno de los visitantes. Va a tener un corazón en el que va a grabar el nombre de aquellos donantes que lo deseen. Se grabará el nombre o el nombre de la familia si los donantes quieren, no será obligatorio.
Después las llagas y las laceraciones que se ven en la Sábana Santa van a ser agujeros que permitan la entrada, de manera que la orientación de la escultura, la luz y demás, irán a favor de todas las sensaciones que se van a producir dentro. Va a haber también una música compuesta específicamente para el monumento y que está basada en el latido del corazón, para lograr esa simbiosis con el cuerpo, pensando que estamos dentro del propio corazón. Lo que pretendemos es que los visitantes tengan un espacio de meditación, de recogimiento interior en el que cada uno pueda tener esa relación lo más íntima y personal posible.

¿Por qué decidieron que todo el proyecto se financie mediante donaciones populares? ¿Qué respuesta están recibiendo?
Va a ser complicado, pero nosotros queremos estar fuera de polémicas. No nos hemos querido unir ni al lado político del ayuntamiento ni al lado religioso, que evidentemente es, pero digo de una financiación de la Iglesia y demás. Cuando empezamos vimos que con una inscripción popular creemos que podemos logarlo y queremos hacerlo así. Que sea un reflejo de la devoción popular al Sagrado Corazón. ¿Con ayuda? Sí, el ayuntamiento nos ha cedido el uso del terreno y se lo agradecemos un montón, pero queremos separarnos y no dar problemas ni a la Iglesia ni a los partidos políticos.
Queremos un proyecto laico, del pueblo para el pueblo y confiamos en llegar a recaudar todo el dinero. La respuesta inicial ha sido muy buena, aún estamos en las fases incipientes, pero ha habido muchísimo interés por parte de los estratos y de la gentes que se ha acercado, incluso a nivel personal. También ha habido gente que se ha ofrecido a ayudarnos de otras formas. Y estamos estudiando todas las posible colaboraciones y dar lugar a todos. Pero siempre, desde un punto de vista laico.
«Este proyecto nace del pueblo y se financia con el pueblo: no queremos politizarlo ni eclesializarlo»
Parte de los fondos también se destinarán a obras de misericordia. ¿Qué acciones concretas tenéis previstas en este sentido?
Para nosotros es muy importante esa parte porque tenemos el anteproyecto en manos. Revisaremos muy bien todos los presupuestos, vamos a llevar una política de transparencia absoluta. Para nosotros es fundamental que todo el mundo conozca lo que se está haciendo, estamos hablando de mucho dinero. La iniciativa, que como decía es para fomentar la devoción del Sagrado Corazón de Jesús, queremos que no solo se quede en el monumento.
Es muy importante y es la parte más visible de todo, pero el Sagrado Corazón de Jesús nos lleva a la reparación. ¿Qué está en nuestra mano para esa reparación? Pues diferentes obras de misericordia dentro de la Diócesis. Inicialmente y hasta que esté construido un 10% y posteriormente un 60% de todo lo que se recaude, se va a dedicar a diferentes obras de misericordia. Una parte con gente como Cáritas, que está establecido dentro de la Diócesis, pero también habrá dentro de la Fundación y estamos dándole vueltas a algunas otras obras de misericordia, que formarán parte de la iniciativa. La idea es que los fondos recaudados ayuden también a aquellas personas que lo necesitan. Vengan de donde vengan.

¿Qué papel puede jugar este monumento como centro de peregrinación y punto de encuentro espiritual?
Creo que va a ser un monumento singular sin ninguna duda y, como siempre, estamos valorando opiniones en un sentido y en otro. Lo primero que queremos sobre todo es no molestar a nadie y que sea un punto de encuentro. Sería maravilloso que también fuera un punto de peregrinaje para que aquellas personas que bien son devotas del Sagrado Corazón, o aquellas que no lo son, tengan un punto más de referencia. No es el único y no queremos competir con nadie, pero sí queremos ser un punto más donde la gente pueda peregrinar.
«La devoción al Sagrado Corazón no es solo oración: es acción concreta al servicio de quien más lo necesita»
¿Cómo pueden los ciudadanos colaborar con esta iniciativa y formar parte del monumento, de forma simbólica o práctica?
En nuestra página web tenemos un link para las donaciones. Nos encanta tener donaciones de todos los importes, no hay ningún límite ni inferior ni superior. Preferimos un millón de donaciones de un euro que una donación de un millón. Y con eso, invitamos a la gente a que done 5, 10, 100, 150 euros… Lo que quiera y esté en su mano será bienvenido. Se pueden hacer una vez, también recurrentes… Todas las donaciones son registradas como tal, con lo cual es deducible en el IRPF y damos justificante para facilitarlo a personas y a empresas.


¿Cómo describirías a grandes rasgos la actividad que tiene la asociación?
La Asociación lo que tiene que hacer es ser el vehículo y el garante del proyecto. Estamos asociados con la Fundación también estamos asesorándonos en todos los aspectos, para que la voluntad no nos lleve a fallar en nada por el camino. Es un proyecto muy importante, civil, arquitecónico, y hay que cubrir las medidas como en cualquier obra civil.